Las Residencias llegan a su fin y, un año más, podremos disfrutar de sus resultados con una exposición en Fundación Vital Fundazioa. Si al comienzo de las Residencias hablábamos con Bea Lozano, lo hacemos ahora con Santiago Colombo, San, que nos cuenta qué es Caminantes y qué vamos a encontrar en la exposición.
¿Qué es Caminantes?
Caminantes es el proyecto de animación que estoy trabajando para la Residencia Irudika. Es un corto de 41 segundos de animación tradicional experimental que mezcla distintas técnicas sobre distintos tipos de papel para realizar un video en donde se evidencie el proceso mismo de la animación y el espacio. Para el corto utilizo ciclos de caminatas, una de las animaciones más típicas a la hora de aprender animación.
¿Cómo nace la obra?
La obra nace como una confluencia de varias inquietudes y temáticas que he venido trabajando en obras anteriores. La idea de paseantes o ciclos de caminata en loop que se presentan como eternos, las multitudes, la incorporación del fuera de campo al plano de la animación, con el registro y las anotaciones al pie de página. Así como una prueba más de cómo cortar y despedazar el tiempo en pequeños trocitos iguales y sucesivos para producir una forma engañosa de lo que transita. La experimentación con los materiales y sobre el espacio. La incorporación de elementos del proceso y de la técnica que muchas veces se ocultan o dejan de lado.
Para la realización de la obra utilizas medios de animación tradicionales. ¿Cómo está siendo la experiencia?
Bien, tengo un interés con los aparatos y objetos algo anacrónicos: las máquinas precine, la animación tradicional sobre papel. Y esto se mezcla con otro interés por lo digital, la animación 3D y jornadas enteras frente al ordenador. En este caso termina siendo animación tradicional en términos técnicos pero me valgo mucho de la tecnología en el proceso. Si bien en este caso la idea del cortometraje era visibilizar y hablar sobre el proceso, creo que ésta parte del proceso sí ha quedado un poco oculta, así que vale la pena mencionarla. Además, como en otros de mis trabajos anteriores, va a estar sonorizado por Aldana Bit, con un sonido que creo que suma una capa más de experimentación al cortometraje.
Una constante de tu trayectoria es la necesidad de experimentación constante.
Siempre intento experimentar todo lo posible porque creo que es en estos lugares y procesos en donde pueden surgir buenas y nuevas ideas. Si bien siempre hay temas y medios recurrentes porque me gustan o me facilitan determinadas cosas intento probar lo más que pueda. Intento que la idea prime sobre el medio o el soporte.
Comentábamos antes que, para la realización del proyecto, partes de lo analógico. En cada nueva propuesta juegas con técnicas diferentes y los procesos se convierten en protagonistas.
En este caso la propuesta se centra en crear un cortometraje animado. He elegido trabajar en animación tradicional para entremezclar diferentes técnicas, materiales, papeles, espacios. Como dices esto me permite probar diferentes técnicas en el proceso, pero también tiene un cierto factor sorpresa, ya que hasta que no tomas fotografías no puedes previsualizar qué estás haciendo y cómo queda. Pero esto es parte de la idea, porque en cierta forma evidencia que lo importante aquí es el proceso y no tanto el resultado. A su vez las mismas fotografías utilizadas para los fotogramas dan cuenta del espacio y el tránsito por la residencia.
Utilizas resmas de 500 hojas para ver hasta donde puedes llegar. ¿Es más importante el punto de partida o el de llegada a la hora de afrontar un proyecto?
Como dije para este proyecto utilicé como uno de sus ejes la visibilización y el trabajo con la materialidad y elementos típicos de la animación. En este caso también pensé que el formato típico de una resma de papeles (500 pliegos) podrán darme la duración del cortometraje. El proyecto en este caso es una suerte de premisa. Esta premisa funciona creo yo como punto de partida, como una serie de limitantes y lineamientos que darán camino al proyecto, pero éste se irá modificando en el transcurso del proceso. Creo que es central en el proceso de residencia volverse permeable al tránsito y a los ambientes para que puedan aportar nuevas perspectivas de trabajo. A la vez los materiales siempre se anteponen a su manera ante la idea, al momento de comenzar a producir lo que tienes en la cabeza indefectiblemente se modifica por cómo funciona en la práctica.
Compaginas tu pasión por la animación con la escultura, en la que generas pequeñas creaciones autómatas en las que el tiempo se convierte en protagonista.
En un momento veía estas dos ramas de mi producción como lineamientos opuestos y no relacionados entre sí. Ahora mismo, si bien creo que tienen muchos tópicos en común y que muchas veces tratan sobre temas similares, aunque con diferentes medios y estrategias, no encuentro tan problemático que convivan.
Las texturas también resultan importantes, tanto en la escultura como en las animaciones.
Creo que mi formación en escultura y sus lenguajes influyeron en buena medida en cómo pienso la animación. Si bien curiosamente nunca produje mucha animación en stop motion con objetos o muñecos, si hay cierta influencia en la idea de la materialidad, el uso del espacio o la visibilización del artificio.
¿Cómo es la animación en tu Argentina natal?
La animación en Argentina es una disciplina aún muy independiente. Hay muchos artistas, colectivos y festivales produciendo material muy bueno, pero siempre en gran parte a pulmón y por iniciativa propia. Por otro lado hay muchos profesionales independientes o pequeños estudios que trabajan produciendo contenido para proyectos de afuera porque muchas veces la mano de obra argentina termina teniendo una buena relación precio calidad para el mercado internacional.
¿Cómo conoces Irudika?
Por medio de una newsletter cuando lanzaron su convocatoria de residencia de animación.
Las Residencias se componen de una parte de animación y una de ilustración, que realiza Bea Lozano. ¿Cómo ha sido la experiencia común?
Muy bien, el comienzo fue difícil, como siempre, pero congeniamos muy bien y creo que nuestros trabajos están bastante relacionados
Las Residencias Irudika tienen un componente de viaje: Angoulême, Bilbao y Vitoria-Gasteiz. ¿Cómo ha sido tu experiencia en cada una de ellas?
De lo mejor, para mí fue una gran experiencia para poder conocer otros lugares y sus circuitos artísticos, compartiendo con creadores y actores culturales de distintos lugares.
En La Maison des auteurs compartes espacio con autores de cómic de todo el mundo.
Como dices, La Maison es un lugar excelente para conocer autores de todas partes del mundo. El espacio tiene una energía muy linda y siempre puedes ir a ver los talleres de otros artistas para ver los avances de su producción y hablar con ellos.
Coincide tu estancia con la celebración del Festival de Angoulême, aplazado hasta la fecha por la pandemia.
Angouleme es un lugar casi obligado para cualquiera que le interese el cómic y la animación dentro de Europa, además es una ciudad muy bonita. Tuve la suerte de que mi residencia coincidió con las nuevas fechas del Festival y pude estar allí unos días. En esas fechas esta ciudad pequeña y bastante tranquila se llena de gente de todos lados que viaja para asistir al festival. También se realizan exhibiciones, ciclos de cine, charlas, entre otras actividades.
Por la pandemia conoces también La Feria del libro de Bolonia, reubicado por la misma situación a la época que coincide con tu estancia.
La residencia me dio la oportunidad de viajar bastante. Aunque en principio no estaba en el cronograma finalmente pude ir a la Feria de Bolonia. Allí coincidí con ilustradores de Euskadi y además pude conocer la Ciudad de Bolonia.
En Bilbao puedes jugar con los medios de Bilbaoarte.
Ahora mismo estamos utilizando el taller de serigrafía para hacer unas pruebas de varias imágenes. Bilbaoarte es un sitio muy completo y tienen muchos talleres y herramientas para experimentar y utilizar en los proyectos. Como siempre el tiempo se queda corto y no podemos hacer uso de los talleres tanto como quisiéramos pero igualmente intentamos sacarle el mayor provecho posible a nuestra estancia.
En Vitoria-Gasteiz concluye la Residencia con la muestra que recoge el material realizado durante la Residencia. ¿Qué nos podemos encontrar en la exposición?
Creo que la exposición va a ser no solo un cierre sino también un resumen de lo que fue el tránsito por la residencia en estos dos meses. En esta se podrán ver mi cortometraje y mucho material del proceso, así como el trabajo de Bea Lozano con sus Aleluyas y algunas otras cosas más. Inaugura el 6 de mayo y va a estar prácticamente un mes en Fundación Vital en Vitoria-Gasteiz ¡vayan!
¿Proyectos?
Siempre hay muchos en el tintero pero es difícil encontrar el tiempo y los medios para hacerlos. Por eso residencias como esta son muy valorables para poder gestar proyectos que en la rutina diaria sino son pospuestos o se quedan como ideas. Ahora mismo estoy realizando un proyecto sobre territorio y archivo junto a Yese Astalroa que me gustaría poder seguir profundizando.