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Residencia Irudika Ilustración 2022: Entrevista a Bea Lozano

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El pasado 30 de octubre, durante la quinta edición de Irudika, el jurado de las Residencias se reunió para valorar y decidir qué proyecto sería seleccionado para disfrutar de la estancia artística entre Bilbao y Angouleme, firmar la imagen de Irudika 2022 y exponer su trabajo en la sala de exposición de Fundación Vital Fundazioa de Vitoria-Gasteiz.

La candidatura seleccionada fue la de Bea Lozano con el proyecto “Aleluyas, aleluyas finas, que pasa la procesión”.

Por el mensaje que aúna tradición y modernidad utilizando elementos del folclore y la narración oral autóctona. Una propuesta llena de fuerza y canallismo que encaja a la perfección con el propósito de las Residencias, sus tiempos y medios técnicos. Una lectura de la ilustración basada en la narración, el valor documental  y la sátira.

Nuestro compañero Kike Infame tuvo el placer de hablar con ella y realizar esta entrevista para conocer un poco más a esta artista salmantina que ya ha ingresado en la familia Irudika. Os dejamos aquí el resultado de esta conversación.
 

Me interesa conocer las costumbres o tradiciones de diferentes lugares”.
Entrevista a Bea Lozano.
 

¿Qué es “Aleluyas, aleluyas finas, que pasa la procesión”?

Es la frase con la que vendedores ambulantes y copleros del siglo pasado anunciaban pueblo por pueblo estas estampas que combinaban grabados y texto para facilitar su lectura y que trataban temas muy variados. En un principio religioso, pasaron luego a contar historias moralizantes, sucesos escabrosos, robos o crímenes; pero también hablaban de costumbres, leyendas o relatos históricos. Se considera un precedente del tebeo o cómic y tuvieron una función didáctica y adoctrinadora.

 

¿Cómo nace tu interés por la propuesta?

Comenzó con el proyecto final de ilustración de Massana, que luego se transformó en el libro “Por encima de nogales, por debajo de zarzales”.

En el proceso de búsqueda me acordé de las historias que José, el padre de mi tío, procedente de Villarino de los Aires, un pueblo de Salamanca, fronterizo con Portugal y muy aislado hasta mediados del siglo XX nos contaba sobre brujas y sobre unos artículos que había escrito el párroco del pueblo en los años 50 refiriéndose al tema. 

A partir de entonces me he ido interesando cada vez más por la tradición oral.

En el caso de Las Aleluyas, gran parte de las mismas pertenecen a mi abuela Gabriela que contaba con un amplio repertorio que incluía coplas, sucesos, chascarrillos, refranes e historias de posguerra y migración pero también hay cuentos populares recopilados de las Arribes del Duero, canciones tradicionales como “La Clara” o coplas como “En el barranco del lobo” que posteriormente se convirtió una canción infantil que se acompañaba con un juego de palmas. 

 

Hablabas de “Por encima de nogales, por debajo de zarzales”, tu primer libro ilustrado, galardonado con dos premios Junceda. ¿Cómo viviste la experiencia?

La verdad es que es el libro que más he disfrutado hasta ahora porque el proyecto lo sacaron adelante los ilustradores Clara Iris y Miguel Porlan con su editorial Incendi y la impresión se llevó a cabo en el taller de impresión L’Automatica en el que pude estar presente casi todo el proceso y en el taller de serigrafía La Roda.

El reconocimiento por compañeros y compañeras de profesión al proyecto realizado con todas las personas involucradas en el proceso siempre es una alegría.

 

En el proyecto actualizas una tradición oral con una base religiosa.

Supongo que el peso que tuvo la religión en la sociedad española, sobre todo en ciudades de provincias y el medio rural, en el que la iglesia ejercía un poder absoluto sobre la población, hace que esté presente en gran parte de estas historias de forma directa o indirecta.

En algunas enfatizo algunos personajes o situaciones hasta el punto de lo absurdo o lo grotesco.

También me interesa mucho como se mezcla lo religioso con lo pagano, dando lugar a veces a situaciones totalmente sorprendentes.

 

Los citados Aleluyas se convierten en un catálogo de sucesos, anécdotas escabrosas y dichos diversos.

Muchas de las narraciones parten de sucesos terribles, asesinatos o historias escabrosas que tenían una gran acogida en la sociedad y que posteriormente da paso al origen de lo que se conoce como prensa amarilla.

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A pesar de ser de Salamanca, desarrollas tu propuesta en el ámbito catalán para volver finalmente a tus raices.

Creo que el interés siempre ha estado ahí de alguna manera, no solo a nivel local porque me interesa conocer las costumbres o tradiciones de diferentes lugares pero es verdad que el recuerdo de tantas reuniones familiares y fiestas del pueblo con canciones, rondas y bailes populares deja su poso.

Comencé a interesarme más por estas historias como comentaba antes cuando realicé el proyecto final en Massana. Los tutores nos insistieron en contar algo que conectase con nosotros y donde tuviéramos un espacio para explorar tanto la gráfica como la forma de narrar.

 

En el jurado de las Residencias había una representación de diversos países y la base de los Aleluyas estaba presente en muchos de ellos, siempre con una idea evangelizadora de fondo.

Me imagino que porque la literatura de cordel a la que pertenecen los aleluyas se dio en muchos lugares con manifestaciones similares como folhetos en Portugal, lira popular en Chile, aunque en Cataluña y Valencia o también literatura de cordel en Brasil. 

Muchas de ellas tenían temáticas religiosas con una función didáctica y adoctrinadora, destinadas a una población con índices de alfabetización muy bajos. 

 

Decía Joan Miró : « Para ser universal hay que ser local . En tu trabajo hay un componente internacional muy potente pero finalmente pones el eje de tu trabajo en lo local.

No lo había pensado pero me gusta.

 

En 2017 fuiste seleccionada para el Catálogo Iberoamericano de Ilustración. En 2018 te seleccionan en la Bienal Internacional Ilustrarte 2018 y ganaste la IX edición de Iberoamérica Ilustra. ¿Qué suponen los premios en tu trabajo?

Pues suponen muchas veces un empujón cuando estás empezando y te ayudan a seguir haciendo proyectos.

De la FIL guardo una experiencia increíble al poder visitar Guadalajara, la feria y conocer tanta gente maja.

 

¿Cómo conoces Irudika?

A través de compañeras de ilustración hace un par de años.

 

Las Residencias Irudika se componen de una parte de ilustración y una de animación, que acaban de abrir su convocatoria. ¿Cómo imaginas la experiencia?

Me encanta también la animación así que seguro que estupenda.

 

Las Residencias se llevan a cabo entre Angulema, Bilbao y Vitoria-Gasteiz. ¿Preparada para el viaje?

Sí, es un lujazo aunque da respeto... ¡¡pero con muchas ganas!!  

 

¿Proyectos?

Me gustaría hacer en un futuro próximo o lejano un cómic sobre el libro de Mario Levrero “La banda del Ciempiés”.