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La que hemos liado

irudika 2017

Irudika, ha sido más de lo que podíamos esperar.

 

Esta carta es para todos vosotros, quienes habéis formado parte de esta primera edición de Irudika.
Han pasado pocos días desde el encuentro.

El domingo volvíamos diciendo todo el rato: “La que hemos liado” con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos un poco cerrados del cansancio.

Ha habido momentos duros, y momentos de gran compañerismo, de darnos fuerza o guiñarnos un ojo para saber que todo estaba en orden. Lo hemos creado de la nada. Y parece que ahora no podríamos vivir sin este proyecto. Así de importante es.
Gracias a ti que lees esto.

Nos ha pasado de todo.
El primer día de encuentro nos equivocamos con el coche yendo en dirección contraria por en medio de Vitoria. Pero nadie se dio cuenta. “que no cunda el pánico” lo mejor, es que ni Esti, ni Ruth ni Mentxu ni yo, teníamos tanto que coordinar, que ninguna nos acordamos de esto hasta el cóctel, donde nos entró un ataque enorme de risa.

También, la noche antes de comenzar, nos quedamos atrapadas en un monte con Pablo Amargo dentro del coche por querer enseñarle las vistas de Bilbao, con el coche automático recién alquilado. No sabíamos arrancarlo, mientras Bego y Vicente de Media Vaca llegaban al aeropuerto, y nosotros se supone que íbamos a recogerles, claro.

Llamamos al servicio técnico, y Esti, Pablo y yo mirábamos al móvil mientras un hilo musical de espera sonaba en el manos libres, pensando si algún día alguien nos encontraría, y llegaríamos a Vitoria. Todo esto con el coche lleno de plantas que habíamos sacado de la oficina para “que la atmósfera fuese más acogedora”. Sin saber, que la atmósfera que se iba a crear sería tan especial, que el aire que flotase encima de nuestras cabezas tendría mil colores, olores y sonidos, y un montón de plantas tropicales alegres de esas que no hace falta regar más que con cruces de sonrisas, de esas que se daban por los pasillos, mientras ocurría el encuentro más bonito del mundo.

Todo gracias a vosotros/as.

Y a ellos/as:
Esti, Ruth, Mentxu, Kike, Guille y nuestros queridos Higi y Aitor de Hopper.
El mejor equipo del mundo.

Peio de Freskue y Serifalaris por su apoyo y alegría, Koldo de Cactus por el artículo del “campamento” y por venir a las citas, Ritxi de Ambigú por dar espacio expositivo a los asistentes, por ser mi calma, y a la vez un brazo al que agarrar fuerte para caminar mejor, Pablo de BALA y Medea por dibujar tan bien, El colectivo Cerdas por su buen hacer y las postales con mensajes que nos hacían emocionarnos al desmontar los paneles, Anuska de Diga por animar el cotarro, Dibujatolrato con Hasi y Alberto ayudándonos tanto, Guillotina, Pumpk, Ilustrapados en Araba, Angel, Marta y nuestro querido Alex F dispuesto a darnos su mano una y mil veces.
Lo bien que gestionó Kike a los colectivos, lo duro que trabajó montando todo el networking.

La constancia y buen hacer de Ruth y su sonrisa, la ayuda de Mentxu sobretodo en los comienzos, fue clave su visión para buscar financiación y para sujetarnos cuando esto estaba naciendo. Y Esti, todo esto es gracias a Esti, que confió desde el principio en mi plan loco, y me ayudó a pisar la tierra pero sólo a veces, dejándome volar cada vez que fuese necesario. Ha dado tanto tiempo a este proyecto que su familia al terminar la han recibido como a una marinera que vuelve por Navidad después de surcar mil mares.

Guille y Aitor han trabajado más de lo acordado, y se han convertido día tras día en parte de la familia. Los mails llenos de canciones para la cortinilla, cuando dimos con “Malquerida”, cuando Guille vino en bici y dijo “sí”, cuando me despertaba con el móvil haciéndose pasar por alguien serio y me daban mil infartos diciendo “voy ya para la oficina”. Higi y sus imágenes preciosas.

Las chicas del video, que son estupendas. Menudo equipazo. Qué suerte.

Después de un verano lleno de reuniones, y de excels y verdejos para no llorar, de puertas que se nos cerraban en la cara sin dejarnos ni explicar una palabra, alguien agarró el pomo de nuevo y escuchó lo que estábamos preparando. Tenemos que agradecer, más que a instituciones a personas, a Aitziber, Igone, Nerea, Joxean, Marta… quienes confiaron en el proyecto y desde Gobierno Vasco, Diputación Foral de Araba y Ayuntamiento de Vitoria, y a parte de darnos esta oportunidad, han seguido con mimo nuestro proceso de trabajo.

Agradecer también a quien nos vio marchar de Bilbao con pena. A Juan Zapater y su equipo, que desde Bilbaoarte nos han dado espacio y prestado ayuda en todos estos años en los que la asociación ha organizado sus actividades.

Y cómo no, a Pili Muñoz, que sin conocernos nos ha abierto las puertas de Angouléme, a Jon Zubeldia de Astobiza, por el cariño con el que trata a las industrias creativas, y la atención que nos ha prestado con su txakolí con etiquetas personalizadas. A Felix Solís, que nos dio vino de Olmedillo de Roa, mi pueblo, con todo el cariño de saber, que así ayudaba a un proyecto en el que la hija de su amigo estaba dejándose la energía. A Artepan por darnos alimento delicioso, a Café Baqué por su café que nos permitió estar atentos a todo lo que ocurría. Al personal de Cube la cafetería de Artium que nos ayudó con los víveres. A Vital Kutxa y Adobe por ayudarnos a fortalecer nuestras residencias artísticas, y a todas las revistas que nos han permitido gritar nuestro nombre a los cuatro vientos y llenar el aforo: gracias Iago de Tentaciones, gracias a Fermín de Yorokobu, gracias equipo de Graffica, gracias Iflandia, gracias Txus de Radio Nacional, por haberte pasado a ver en primera persona lo que habíamos creado.

Gracias a eitb, gracias a Grafilur y a Bilbotex por ayudarnos con el material impreso. Gracias a quien no he nombrado y ha tenido algo que ver en la difusión del encuentro. Siempre me olvido algo.

Vitoria ha sido una ciudad maravillosa. Quitando a algún camarero difícil, incluso el personal del Hotel Dato al que volvimos loco con tanto trajín fue genial. Y qué decir de su decoración que nos ha dado tantos sustos y alegrías.

Vitoria mola.

Y hemos tenido la suerte de contar con el personal del Artium que nos han mimado todo y más: Mari Fran, Diego y Ramón. Las chicas de sala, seguridad y mantenimiento. Muchos aplausos para ellos/as.

Los chicos de Alcoy, el cumpleaños del Jaume, el libro dedicado por todos/as, el abrazo colectivo, el licor casero de su abuelo.

El Word proyectando con comic sans todo tipo de frases espontáneas.

El discurso de Carlos Grassa Toro sobre intervenir los muros de la ciudad, la mano que nos tendió Ivan Miñambres para mejorar… los bailes de Isidro, y la música de Daniela, Coqo Dj, amiga, dj, ilustradora y bibliotecaria, que fue capaz de cambiar los turnos de trabajo y recorrerse miles de kilómetros para acompañarnos y hacernos felices cada velada. Y el tarrito de tomates secos que me trajo en su maleta, como los que me traía cuando yo aún vivía en Florencia, cerca suyo.

Las lágrimas, de emoción de nervios, de alegría, las montañas rusas que teníamos en el pecho, cada uno con tirabuzones y ritmos diferentes.

Nuestros ponentes han sido tan importantes… Las llamadas con Bego de Media Vaca, con Mikel Casal, Isidro, Elena Odriozola, Mikel Valverde, Barbara Fiore…

El descubrimiento de Marta Borrell y nuestra primera conversación estando yo en Oslo, la siguiente llamada a Aitor de Hopper y Guille: “cerramos el cartel, tenemos a Penguin”. Ha sido emocionante sacar todo adelante.
La pena de no poder tener a Susana de Nordica Libros, la alegría de contar con los cuatro editores/as de Santillana. Eso sólo lo crea la magia, la vuestra.

Las lágrimas de emoción de Bego y Elena la última velada.

La ayuda infinita de Pablo y todos los invitados/as. Los abrazos sinceros.

El saber que mientras haya espacios como este, seguiremos compartiendo y aprendiendo, la profesión cogerá fuerza y nuestras condiciones mejorarán, pues unidos, somos capaces de todo.

 

Gracias por hacernos conseguir que este sueño, haya sido realidad.
Hip hip hurra! Viva! Gora! Irudika por muchos años más!!!!

 

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